Recorriendo las calles del centro, una agradable zona comercial peatonal, topé con una mercería.
Una tienda antigua, de las de toda la vida. Con escaparates a ambos lados de la puerta , y uno de ellos dedicado exclusivamente al patch.
Entré a rebuscar telitas y me pasé un buen rato. En el piso de arriba se oían risas y movimiento, estaban haciendo clase!!
Obviamente no podía salir sin nada, y estas fueron mis compras:
Compré dos fat quarters en la mercería.
Y a pocos metros, en una librería encontré el número de este mes de la revista Patchwork en casa.
Una buena manera de empezar el fin de semana.
Los fat-quarters son muy bonitos. Un paseo es mucho más agradable si encuentras estos tesoritos no esperados.
ResponderEliminarFeliz semana.